Pese al incremento que ha tenido el uso del PVC en nuestro país, sobre todo en la fabricación de ventanas de altas prestaciones, todavía existen muchos mitos entorno a este material. Mitos que poco tienen que ver con la realidad y que esconden las múltiples ventajas del PVC. Vamos a hacer un repaso de todo esto, siempre tomando como base la formulación de PVC utilizada en KÖMMERLING.
¿Se deforman o amarillean las ventanas de PVC?
Se tiende a pensar que como el PVC es plástico, las ventanas serán más frágiles, se deformarán y su aspecto pronto dejará de ser el mismo que el del primer día. Un pensamiento que poco tiene que ver con la realidad, ya que la vida útil de las ventanas de PVC ronda los 50 años, manteniéndose en perfecto estado durante todo el tiempo. Además, en el caso de las ventanas, los perfiles incorporan refuerzos de acero que ofrecen una mayor resistencia.
Tampoco es verdad la creencia de que el PVC amarillea, por mucha que sea la exposición solar a la que estén expuestos los perfiles. Sí que hay que tener en cuenta que esto no ocurre con todas las ventanas de PVC, ya que la decoloración o no de un perfil va a depender de la formulación de PVC utilizada por cada empresa. En KÖMMERLING se utiliza Kömalit Z, fórmula que dota de resistencia a los perfiles, impide su decoloración y no es perjudicial para el medio ambiente.
En el caso de los perfiles foliados, se utiliza la tecnología PX, que está libre de plastificantes e incorpora un innovador tratamiento de protección solar. Esta tecnología actúa de escudo reduciendo la temperatura absorbida por las láminas, mejorando la durabilidad y estabilidad del color. De hecho, se ofrece una garantía de 10 años en estabilidad del color y 15 en adherencia.
¿Mejor si es con rotura de puente térmico?
Pues sí y no, y os vamos a explicar el porqué. Si el material del que hablamos es el aluminio, para mejorar su aislamiento sí necesitamos romper el puente térmico, ya que es un material altamente conductor. En el caso del PVC no necesitamos romper ningún puente térmicos, dado su bajo nivel de transmitancia térmica. Para que lo entendamos mejor, todos nos hemos quemado cocinando con una cuchara de aluminio, pero no lo hemos hecho si el mango era de plástico.
¿Son mucho más caras las ventanas de PVC?
Este es otro de los rumores extendidos que no llega a ser del todo cierto. La calidad se paga, y adquirir una ventana de PVC de altas prestaciones no es barato, pero costará prácticamente lo mismo o menos que una ventana de aluminio con rotura de puente térmico (la única forma de obtener niveles de aislamiento que se aproximen a los del PVC). Por lo tanto, si queremos un alto nivel de aislamiento el precio será bastante similar entre materiales.
En este aspecto ocurre algo similar a cuando optamos por realizar un proyecto Passivhaus o EECN. La inversión de más inicial proporciona un ahorro a largo plazo (en las facturas de calefacción y aire acondicionado) que permite recuperar la inversión y seguir economizando.
No hay opciones de diseño ni color
Hace unos años daríamos la razón a esta afirmación, pero en la actualidad las posibilidades son tantas que no existe excusa. Se pueden instalar cerramientos de altas prestaciones sin renunciar a la estética. En la Red Oficial de KÖMMERLING se pueden obtener ventanas con perfiles de líneas curvas, líneas rectas, con mayor o menor proporción de vidrio visto, con acabados en madera, metalizados…opciones con las que adaptarse a cualquier estilo arquitectónico.
El PVC es perjudicial para la salud
Falso. Hasta el momento no existe ninguna norma o directiva que califique a este material de peligroso o dañino para la salud. De hecho, en 1998 un informe elaborado por la Comisión de Expertos creada por el Ministerio de Medio Ambiente aseguraba que el PVC “es completamente inocuo”. ¿Y por qué existe entonces esta leyenda tan extendida? Porque en el caso de las ventanas, al elaborar la formulación de PVC con la que se fabrican los perfiles, se utilizan aditivos que pueden ser más o menos tóxicos (esto dependerá de cada fabricante). En el caso de KÖMMERLING se utilizan estabilizadores respetuosos con el medioambiente y la salud como son el calcio y el zinc (y no se hace uso de metales pesados como puede ser el cadmio).
¿Contamina?
Este punto va muy ligado al anterior, ya que como hemos comentado, en la formulación de PVC utilizamos estabilizadores respetuosos con el medioambiente. Esto hace que no se desprendan sustancias tóxicas ni durante su fabricación ni durante su vida útil. Además, al finalizar su ciclo de vida los perfiles se deconstruyen y trasladan a un centro de reciclaje, reincorporándose al proceso productivo. En el caso de KÖMMERLING la formulación de PVC es 100% reciclable y ya incorpora hasta un 30% de material reciclado.
Con este post esperamos haber acabado con todos esos mitos sin contrastar. Eso sí, no hay que olvidar que no todo el PVC es igual, sino que las diferencias en la formulación empleada por cada empresa repercuten tanto en el medioambiente, como en las prestaciones y características de los perfiles.