Las ventanas son uno de los elementos que separan el interior del exterior de una vivienda, por lo que son el conducto entre el aire del interior y el del exterior. ¿Podemos considerar entonces las ventanas de PVC una barrera contra la contaminación? En este post tratamos de dar respuesta a todas las posibles dudas que hay en torno a este tema. Además, analizamos si las ventanas de PVC contaminan por sí mismas.
Una barera frente a la contaminación
Al hablar de contaminación tendemos a pensar únicamente en las partículas de CO2 que circulan por el aire, sin embargo, tampoco debemos olvidar la contaminación acústica. Es importante informarnos e instalar ventanas que nos aíslen de todo tipo de contaminantes. Vamos a hacer un repaso por diferentes características, prestaciones y elementos que debemos tener en cuenta si queremos que nuestras ventanas sirvan de barrera frente a la polución.
La permeabilidad al aire
Sabemos que la permeabilidad al aire incide directamente en el confort de los usuarios de una vivienda, ya que cuanto menos aire entre por nuestras ventanas, menos nos costará mantener un ambiente cálido o fresco (según la época del año) en su interior. Es decir, evitaremos infiltraciones de aire indeseadas que disparen nuestros consumos de calefacción o aire acondicionado.
En las grandes ciudades o en zonas con una calidad de aire deficiente (polígonos industriales, grandes avenidas, zonas de gran circulación automovilística…) la permeabilidad al aire de las ventanas adquiere especial relevancia. Cuanto menor sea la permeabilidad al aire de una ventana, mejor ejercerá de barrera contra la contaminación exterior.
La permeabilidad al aire se mide en una escala que va del 1 al 4, siendo la Clase 4 la que asegura una mayor estanqueidad. Por tanto, cuanto mayor sea el valor que obtenga una ventana en esta clasificación, mayor será su protección frente a la polución. En el caso de las ventanas con sistemas de PVC KÖMMERLING, toda la gama de practicables
y la gran mayoría de deslizantes y correderas obtiene la Clase 4 en permeabilidad al aire, siendo sistemas que ayudan a cuidar de nuestra salud.
Esta barrera de protección se puede potenciar si además utilizamos mecanismos de ventilación controlada. Estos aparatos permiten renovar el aire de la vivienda filtrándolo y dejándolo libre de partículas de polen y agentes contaminantes.
A mayor hermeticidad y aislamiento, menor consumo
Cuanto mejores sean las prestaciones técnicas de nuestras ventanas, menor será el uso que haremos de calefacción o aire acondicionado, ya que con las ventanas con sistemas de PVC KÖMMERLING se pueden llegar a reducir las pérdidas energéticas hasta en un 70%. Indirectamente, al reducir nuestro consumo en climatizadores y refrigerantes, también reducimos las emisiones de CO2 que estos emiten a la atmósfera.
Ejercen de barrera, pero ¿las ventanas de PVC contaminan?
Hemos hablado de cómo las ventanas de PVC ejercen de barrera contra la contaminación exterior, pero ¿contaminan por ellas mismas? ¿qué pasa si las comparamos con ventanas fabricadas con otros materiales? En 2005, la Universidad Politécnica de Cataluña desarrolló un estudio sobre el consumo energético y las emisiones de CO2 asociados a la producción, uso y disposición final de ventanas de PVC, aluminio y madera. El resultado de este informe dejó ver que el PVC es el material que menos energía consume durante todo su ciclo de vida. Además, también se demostró que es el material que menor número de emisiones de CO2 emite.
En esta tabla se puede ver la comparativa entre los diferentes materiales con los que se fabrican las ventanas: PVC, madera y aluminio.
¿Qué pasa con los Compuestos orgánicos volátiles?
Los compuestos orgánicos volátiles (COV) son contaminantes del aire que desprenden determinados elementos como las pinturas, los barnices y determinadas industrias. Pese a que en España el Código Técnico de la Edificación no tiene en cuenta la calidad del aire interior, solo habla de la necesidad de ventilación, en otros países sí van más allá. Dado que muchos de los elementos que nos rodean emiten COV (Compuestos orgánicos volátiles), que pueden tener consecuencias nocivas para la salud, en Francia se obliga a etiquetar los productos de la construcción según su nivel de emisiones.
Esta certificación califica cada producto dentro de esta escala: A+, A, B y C, según el nivel de emisiones de COV de dicho producto. Recibiendo una C los materiales que emiten un mayor número de emisiones contaminantes. Los sistemas KÖMMERLING en Francia cuentan con esta etiqueta, obteniendo la calificación A+ (muy bajas emisiones).
Os dejamos una foto de la certificación:
Ventanas de PVC y fuego
Son muchos los mitos que rodean las ventanas de PVC que no son verdad. Uno de ellos es la afirmación de que las ventanas de PVC son peligrosas en caso de incendio.
El PVC KÖMMERLING tiene una calificación al fuego difícilmente inflamable y autoextinguible, lo que quiere decir que las ventanas con sistemas de PVC KÖMMERLING no mantienen la llama en caso de incendio ni serán nunca el origen. Respecto a los gases tóxicos que pueden emitir las ventanas de PVC al quemarse, para llegar a emitirse las ventanas deben haber alcanzado una temperatura de 350º. Si una vivienda llega a alcanzar esa temperatura, de lo que menos tendrán que preocuparse los habitantes de dicha vivienda será de las ventanas.
Con todo esto podemos ver que las ventanas no solo son un elemento más de la vivienda que nos protegerán del frío o del ruido exterior, sino que su calidad y prestaciones también pueden convertirse en una barrera contra la contaminación.